 |
Imagínate que la Tierra fuera plana. No lo es, pero imagínatelo, pues esa es la impresión que nos genera la visión de la superficie de la Tierra desde la superficie de la misma, dado su gran diámetro.
Imagínate ahora que esa Tierra plana se estuviera expandiendo. Con suficiente tiempo, notarías que los lugares se te van alejando poco a poco.
Y, de hecho, muy lentamente, la Tierra se está expandiendo, pues todos los años captura unos 40.000.000Kg de polvo cósmico y otros materiales que caen sobre la superficie terrestre. Si fuera plana, se limitaría a acumularse encima, pero al ser una esfera (o casi), ese efecto de acumulación hace que su diámetro aumente y, con ello, la distancia entre dos cualesquiera lugares.
El diámetro y el perímetro de la Tierra aumentan lentamente. Tan lentamente que no lo percibimos.
Y, aunque ocurra en tres dimensiones, para esa Tierra que hemos imaginado (en realidad que nos parece percibir) de dos dimensiones, parece que la Tierra se expande a lo ancho y a lo largo. Cada vez hay mayor distancia entre dos puntos cualesquiera de la Tierra. Y mayor crecimiento de distancia hay cuanto más alejados estén.
En realidad eso ocurre en tres dimensiones (y ocurre, precisamente, porque es tridimensional). Y la mejor manera de que una Tierra aparentemente plana, de dos dimensiones, se estuviera expandiendo es mediante la curvatura de esas dos dimensiones en una tercera. Como de hecho es la Tierra: una bola.
Al Universo le pasa lo mismo, se está expandiendo en tres dimensiones pero, a la vez, se está curvando, está curvado, en realidad, en una cuarta dimensión, en esa que percibimos como tiempo. Así que su forma real no nos la podemos imaginar pues nuestro cerebro no puede concebir una cuarta dimensión.
De hecho, la aceleración de la supuesta expansión del Universo no es más que la precipitación de toda la materia y la energía del Universo hacia su propio encuentro, en su autoatracción, al otro lado de la curvatura. En realidad, el Universo se está expandiendo por un lado y contrayendo por otro.
Es, para imaginárnoslo, como el alejamiento que está ocurriendo entre América y Europa y África por un lado, que hace que, a su vez, que América y Asia y Australia se estén acercando por el otro lado. El pacífico encoge y el Atlántico se expande.
Lo mismo le pasa al Universo, pero como es en tres dimensiones (y curvado en una cuarta) no lo podemos visualizar sino únicamente concluir mediante una proyección, el paralelismo que acabo de exponerte.
En esta terrestre caída de unos continentes sobre otros y esa expansión de continentes que se alejan mutuamente, el motor es la tectónica terrestre y no la explosión inicial o la atracción gravitatoria de la materia (y la energía) que vuela por el espacio, por el Universo. Los continentes no se atraen gravitatoriamente, no caen, la materia del Universo sí.
Espero que lo hayas entendido: la forma del Universo es tan esférica como la Tierra es plana. Solo es plana para quien tiene un cerebro de solo dos dimensiones. El Universo solo es esférico para quien tiene un cerebro de tres dimensiones. Y en eso estamos todas las personas (salvo las cerebroplanistas que se quedan en dos).
Yo no tengo un cerebro de 4 dimensiones, así que no puedo visualizar cómo es en realidad ese universo en expansión-contracción. Pero sí que puedo imaginar, por proyección de un ejemplo en menos dimensiones, por paralelismo, la mecánica por la cual una esfera se curva en una cuarta dimensión. Y te la he intentado explicar.
Nuestro Universo se está expandiendo y contrayendo todo el tiempo, a la vez, como los continentes, pero no lo entendemos. El tiempo es esa cuarta dimensión en que se curva el Universo y que le permite renacer en un nuevo Big Bang tras cada Big Crunch. Seguido.
Como el tiempo no existe más que con la expansión del Universo cada nueva expansión es un tiempo nuevo, así se crean Universos palalelos (y para memos) que no vemos, no alcanzamos a hacerlo, pero que tienen su impacto gravitatorio en el nuestro, explicando así la existencia de la materia oscura.
Y, por si no te has dado cuenta, este modelo también explica la energía oscura. No es necesaria tal misteriosa energía pues la energía oscura que hace que el Universo acelere su expansión es la propia materia (y energía) bariónica que nos atrae desde el otro lado de la curvatura Universal. Temporal.
Ya. Ya sé. Estoy loco. Y esto no es más que una sarta de chorradas.
Pero de locos y de locuras se nutre la ciencia y gracias a las más locas teorías (se r)evoluciona.
Gerttz
